Guillermo PrietoEl “abuelito de la patria”Bertha HernándezAl raspar el bronce de las estatuas de los grandes protagonistas de la historia, uno puede hallar sorpresas. Es el caso de este hombre de Estado, aventurero idealista, periodista, malévolo creador de canciones satíricas, amiguísimo de sus amigos, sufridísimo ministro de Hacienda, el poeta más popular del siglo XIX que terminó sus días como el mismísimo abuelito de la patria.
Santa Anna y la última defensa de la independencia nacionalEl intento de reconquista española en 1829José Francisco Vera PizañaA pocos kilómetros del río Pánuco, la división natural entre Tamaulipas y Veracruz, se encuentra una población tan antigua que en su nombre lleva su longevidad: Pueblo Viejo. Hoy son pocos los mexicanos que saben que en aquella región, en 1829, se libró la última defensa armada de la independencia, y todavía menos son los que recuerdan que ese lugar tuvo un papel determinante en la consolidación de aquella victoria mexicana sobre las tropas españolas comandadas por el brigadier Isidro Barradas.
Viajes y bamboleos¿Cómo era el transporte público en la Nueva España?Monserrat UgaldeCoches, carretas, forlones, carrozas, carruajes, literas, diligencias… Todos estos nombres evocan vehículos en que los novohispanos viajaban y se trasladaban a sus destinos.
El más leal a MaderoJuan Sánchez Azcona: protagonista olvidado de la RevoluciónRicardo Cruz GarcíaSánchez Azcona fue de aquellos que siempre estuvieron al pie del cañón durante la etapa revolucionaria. De esos personajes que dan nombre a una que otra calle en Ciudad de México, casi desconocidos pero que están presentes en los momentos fundamentales en que la historia da un vuelco para cambiar para siempre. No fue un hombre de armas glorificado por la guerra, sino uno que hacía política a la sombra de los entresijos del poder, siempre al lado de los protagonistas de los grandes acontecimientos, ya fuera Madero o Venustiano Carranza, o peleando contra ellos, como cuando se enfrentó al general Álvaro Obregón.
Oaxaca antigua y modernaLa mirada de dos italianos entre el Porfiriato y la posrevoluciónDaniela TraffanoDesde el siglo XIX, en especial en sus últimas décadas, los italianos representaron una presencia importante entre los extranjeros en México. En un periodo en que su nación vivía entre crisis y guerras, muchos de ellos llegaron a este país atraídos por su avance hacia la modernidad, pero también por las huellas de las enigmáticas y fascinantes civilizaciones antiguas. En aquellos años, Oaxaca ya era una visita obligada para los viajeros que buscaban aventuras, maravillarse con las grandes culturas del pasado y conocer el progreso de la América hispana.
Roberto Moreno de los ArcosHistoriador apasionado por la Nueva EspañaGisela von WobeserRoberto Moreno de los Arcos fue un enamorado del saber y de los libros. Pasó la mayor parte de su vida en bibliotecas y archivos y la lectura fue su mejor pasatiempo y su mayor entretenimiento. Sus años más felices transcurrieron en el antiguo templo de San Agustín, el entonces recinto de la Biblioteca Nacional en el centro de la capital mexicana, cuando era investigador del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM. Allí, el contacto diario con libros y manuscritos le permitió formarse como bibliófilo y acumular vastos conocimientos sobre la historia de México.
Memorias de un mexicano¿Por qué esta película es la única que ha sido declarada Monumento Histórico de la nación?Fernando Cruz QuintanaPocas obras cinematográficas pueden relatar de manera sucinta, y en tan solo unas horas, cincuenta años de historia nacional. Memorias de un mexicano (Carmen Toscano, 1950) es probablemente el mejor ejemplo de una cinta que, a través de imágenes documentales, reconstruye medio siglo del pasado de un país.